A tajo abierto

Es necesario que los funcionarios encargados de resolver los expedientes de los proyectos mineros cambien su manera de entender el servicio público.

La misma estrategia que funcionó para la gastronomía debe desarrollarse para la industria minera. Mientras no hagamos a un lado nuestro lado más pomposo y no busquemos la eficiencia con seriedad, no podremos enrumbarnos hacia el desarrollo.

El gobierno debe ser más proactivo para que, finalmente, el yacimiento “La Granja” se construya y entre en operación. Solo así se podrá detener la caída de la inversión y la tendencia declinante de la producción minera.

Los reportes del Minem sobre las inversiones esperadas para este año o el próximo no precisan si se trata de exploraciones, buscan mantener o aumentar producción, o llevar adelante procesos de cierre de operaciones.

El aumento en los ingresos no detiene el descontento de una población ante un clima de deterioro institucional, y mala gestión de los servicios públicos. La gestión social será el punto más importante a evaluar para sugerir medidas que resuelvan la poca ejecución de la inversión pública.

En resumen, la perspectiva social de la minería es gris, teniendo en cuenta que se han elegido autoridades regionales sin muchas capacidades y que posiblemente se alíen al movimiento antiminero.