Mirada política

Es momento de preguntarnos si, tras el suicido político de Pedro Castillo , fue lo mejor sostener a Boluarte , en lugar de convocar a elecciones. Escriba la periodista Mávila Huertas.

Hoy es más evidente que nunca que el rechazo al gobierno de la presidenta Dina Boluarte no es sólo una foto del momento. Es el precio a pagar por una gestión sin rumbo.

La presidenta Dina Boluarte quiere ejercer el poder, pero sin gobernar, porque esa sola palabra supone responsabilidades a las que ha renunciado. Escribe Mávila Huertas.

La reciente defensa del gobierno al caso del ministro del Interior es una clara ratificación del nivel de desparpajo que hoy reina en el Estado.

La presidenta Dina Boluarte no termina de entender que es su obligación absolver los cuestionamientos y explicarle a sus gobernados el porqué de sus decisiones.

Lo ocurrido en Bolivia ratifica una preocupante tendencia regional: la manipulación de la democracia para perpetuarse en el poder.