Los analistas consultados coinciden en que cambios a nivel del accionariado de Graña y Montero ayudarían a separar lo político de lo operativo, comercial y estratégico de la empresa.
Los analistas concuerdan que hay incertidumbre respecto del futuro de Graña y Montero en el corto plazo. La acción se moverá sobre la base de noticias, comentarios y respuestas de la empresa.