La constructora peruana —al igual que ICCGSA— busca dejar los concesionarios de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur, obra por la que Odebrecht admitió haber pagado sobornos para obtener su adjudicación.
Los accionistas ven la renuncia de la plana mayor de Graña y Montero como un buen paso para recuperar la confianza, pero aún existe un sentimiento de cautela. Recomponer el directorio será clave.
Mientras no se esclarezcan las investigaciones relacionadas a Odebrecht, será difícil para Graña y Monero recuperar la confianza del mercado y retomar mayores tasas de crecimiento en el mediano plazo.