La voz de SE. La norma relaja exigencias que debería reforzar y eleva requisitos insulsos. Con ello fomenta la informalidad y la falta de institucionalidad en los partidos.
El Perú retrocedió del puesto 63 al 65 en el Índice de Democracia de The Economist Intelligence Unit del 2015, pese a mejorar su puntaje frente al 2014. Se mantiene como una "democracia imperfecta".