Supermercados Peruanos ha puesto el foco en la lucha contra la inseguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos que enfrenta el Perú. Bajo un enfoque de economía circular y compromiso con la comunidad, se han propuesto reducir el impacto negativo sobre el ambiente y, al mismo tiempo, satisfacer las necesidades básicas alimenticias de los peruanos. A través del innovador programa “Bueno por Dentro”, va ganando mayor alcance en beneficio de miles de personas.
El 47.6% de alimentos que se producen en el Perú son desechados. Es decir, cerca de la mitad de lo producido no es utilizado. Por ello es paradójico que los peruanos tengan una falta de acceso regular a alimentos nutritivos para desarrollarse y llevar una vida normal saludable.
Hoy, una de cada cinco personas en el Perú padece inseguridad alimentaria grave, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). En la población de niños, cuatro de cada diez, entre 6 y 35 meses, tuvo anemia y uno de cada diez menores de 5 años tuvo desnutrición crónica en el 2022, según cifras del INEI.
Bueno por Dentro
Ante esta grave situación, Supermercados Peruanos creó el programa “Bueno por Dentro”, una iniciativa que se concentra en rescatar productos en buen estado de las tiendas y entregarlos a organizaciones sociales de forma diaria.
El valor agregado está en la experiencia, el rendimiento y la calidad de Supermercados Peruanos. El programa cuenta con un sistema logístico innovador, adaptado específicamente a la operación, el cross-dock, donde se hace entrega de alimentos y productos de higiene en buen estado, a organizaciones sociales cercanas a las tiendas para su consumo. “Bueno por Dentro” está implementado en toda la operación de Supermercados Peruanos: Plaza Vea, Vivanda, Makro, Mass, OSLO, JOKR y Merkao; y dona productos alimenticios que, si bien han perdido valor comercial, todavía están en buen estado para el consumo humano.
Supermercados Peruanos ha hecho alianza con organizaciones sociales para garantizar una cadena de consumo y producción sostenible y responsable; y, de esa manera, contribuir a reducir la inseguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos que afectan a gran porcentaje de peruanos.
A la fecha son 91,000 beneficiarios cada semana y 180 organizaciones sociales aliadas. Los beneficiarios se distribuyen entre ollas comunes, comedores populares, hogares y refugios, personas en abandono, mujeres víctimas de violencia doméstica, ONG, pacientes con enfermedades terminales, colegios, parroquias, instituciones religiosas, entre otros.