¿Cómo ha evolucionado en los últimos años el mercado de prendas de lujo hechas de vicuña?
Las vicuñas estaban en peligro de extinción en los años setenta. Para aquel momento, había menos de 5,000 ejemplares y se asumió que
su desaparición era inminente. En 1992, para reintroducir la vicuña al mercado internacional, el gobierno peruano llamó a un concurso mundial que fue ganado por el consorcio IVC. En ese entonces, el consorcio estaba formado por las empresas italianas Loro Piana y Lanerie Agnona (Ermenegildo Zegna) y la arequipeña Incalpaca TPX. En esta última se produjeron las primeras telas legales y autorizadas por CITES que se fabricaron con fibra de Vicuña, que provenía de ‘Chaccus’ que habían sido organizados y fiscalizados debidamente.
KUNA e Incalpaca, con orgullo, fueron y son par te esencial en el proceso de rescate y cuidado de este maravilloso animal. Se logró subir la población de vicuñas a 120,000 en los noventas. Hoy podemos hablar de más 400,000 animales, todos insertados en un sistema protegido y con todos los eslabones de la cadena productiva aportando y beneficiándose.
¿Pesa más, la materia prima o la producción y confección de las prendas de KUNA al momento de su valoración?
En la vicuña, tenemos el mejor ingrediente textil del mundo. Pero el aporte técnico y conceptual de Incalpaca y KUNA han jugado un rol importante, a través de la búsqueda de mayor valor agregado a la fibra y buscando nuevos usos y mercados. Hemos sido pioneros en diferentes técnicas de tejido y acabados especiales. Hoy estamos a la vanguardia en el desarrollo de color de esta fibra que, por su color natural, era difícil obtener en tonos suaves. Se vienen nuevos desarrollos y técnicas interesantes.
¿Quiénes producen la extracción de la fibra y cómo es la sociedad que KUNA tiene con ellos?
En KUNA -y en general en el Grupo Inca- seguimos nuestra filosofía: decidimos apostar porque las comunidades hagan el trabajo de descerdado (separar los pelos gruesos o cerdas de los pelos finos) a mano, con mejores resultados técnicos y económicos.
¿Cómo son estos procesos de producción?
Las prendas de KUNA se crean desde la selección manual de la fibra. Esto es realizado por comunidades que han transmitido esta habilidad de generación en generación, pasando por la confección de los más finos hilos tejidos y telas, para asegurar una calidad óptima.
El diferencial está en nuestro diseño exclusivo inspirado en los Andes y las tendencias de moda de los mercados más exigentes. Cabe resaltar que Incalpaca es la única fábrica que produce prendas de exportación de vicuña, hechas al 100% en suelo peruano y respetando el protocolo CITES.
¿Es la producción de la fibra una industria sostenible?
Lo es. Es un sistema que beneficia a todos los eslabones de la cadena, generando valor para futuras generaciones. Esto no hubiera sido posible sin la colaboración del gobierno, empresas privadas, tanto nacionales y extranjeras, así como las comunidades que protegen no solo a los animales, sino también su legado cultural.
¿A qué mercados se apunta con las prendas de lujo actualmente y en cuáles se ha fortalecido su demanda?
La vicuña es una prenda de lujo por excelencia, son prendas que luego son heredadas de generación en generación. Siempre han sido demandadas por los nichos de moda más exigentes del mundo en Estados Unidos, Europa y Asia. En los últimos años se han realizado esfuerzos para acercarnos al consumidor peruano y posicionar también esta fibra exclusiva en Medio Oriente.