ENTREVISTA. Hace unos meses, por resolución ministerial, se redujo el ingreso máximo de turistas a Machu Picchu a 2,244 personas al día. Menos de la mitad de lo que se permitía. No como medida pandémica transitoria, si no como su aforo máximo permitido. ¿Esta medida sirve a algún propósito? ¿Por qué el gobierno quiere menos turistas? Marcial Ortiz de Zevallos conversó con Douglas Comer, vicepresidente del Comité Consultivo de ICOMOS, ente consultor de UNESCO, y Juan Pablo de la Puente, ex viceministro de Patrimonio Cultural, acerca de estas medidas y así entender el potencial de Machu Picchu para reactivar el turismo en la mayor crisis que haya vivido el sector.