Sector: Macroeconomía

Las primeras señales del próximo gobierno en materia económica determinarán el ritmo de recuperación del empleo formal, que podría estancarse o volver a niveles prepandemia ese año.

Las perspectivas para el precio del principal producto de exportación del Perú siguen siendo favorables, aunque ya no se espera un alza sostenida. El impacto favorable sobre el crecimiento económico dependerá de la continuidad en las políticas macroeconómicas.

La moderación del plan económico de Pedro Castillo podría mantener el tipo de cambio debajo de S/4. En cambio, de optar por cambios radicales, este podría alcanzar S/4.50 hacia finales de año.

Las finanzas públicas seguirán enfrentando presiones negativas en el próximo quinquenio, gane quien gane. El rebote del PBI no bastaría para consolidarlas y una política convulsionada impedirá que se aprueben reformas necesarias. 

La estabilidad de la calificación crediticia del país enfrenta amenazas. Un viraje hacia el populismo económico o la ausencia de reformas que eleven ingresos llevaría a rebajas.

El renovado plan de gobierno de Pedro Castillo promovería el gasto público en desmedro del gasto privado y de la sostenibilidad fiscal. El proteccionismo comercial también asoma como riesgo.